Historia de la Iglesia
La iglesia románica: siglo XII
Después de las posibles construcciones romanas y visigodas, a finales del siglo XII se erigió una iglesia románica en el mismo emplazamiento. Esta nueva construcción, de estilo típicamente gallego, se caracterizaba por:
Planta basilical: Una estructura longitudinal con tres naves separadas por arcadas.
Ábside semicircular: Una zona en forma de semicírculo que albergaba el altar mayor.
Muros de piedra: Construidos con grandes bloques de granito, típicos de la arquitectura románica gallega.
Elementos decorativos: Capiteles esculpidos con motivos vegetales y geométricos, aunque muchos se han perdido con las reformas posteriores.
Inscripción fundacional: Una inscripción en la fachada lateral, que aunque parcialmente ilegible, hace referencia a la fecha de construcción.
La transformación barroca: siglo XVIII
A principios del siglo XVIII, la iglesia románica fue demolida para construir el nuevo templo barroco que conocemos hoy. Esta transformación radical se debió a diversos factores:
Deterioro del edificio románico: El paso del tiempo y las diversas vicisitudes históricas habían afectado la estructura original.
Influencia de las nuevas tendencias arquitectónicas: El barroco se había convertido en el estilo dominante en Europa y Galicia no fue una excepción.
Deseo de embellecer la ciudad: Las autoridades eclesiásticas y civiles buscaban dotar a Ourense de un templo acorde con su importancia.
Los maestros de obra Pedro Serrapio y José Piñeiro fueron los encargados de llevar a cabo esta ambiciosa obra. El nuevo templo destaca por:
Planta de cruz latina: Una estructura más compleja y monumental que la planta basilical románica.
Fachada barroca: Con tres cuerpos, pilastras acanaladas, frontón triangular y dos torres-campanario.
Interior ricamente decorado: Retablos barrocos, esculturas, pinturas y elementos decorativos dorados.
Cúpula: Un elemento característico del barroco que aporta luz y monumentalidad al interior.
La Fachada: Un Compendio de Estilos
La fachada de Santa María Nai es un auténtico compendio de estilos arquitectónicos. Su diseño, fruto de las reformas barrocas, presenta una rica decoración y una organización en tres cuerpos:
Cuerpo inferior: Destaca por sus cuatro pares de columnas de mármol, posiblemente reutilizadas de construcciones anteriores. Estas columnas, con capiteles de influencia clásica, confieren un aire de solemnidad y antigüedad a la fachada.
Cuerpo central: Dominado por la puerta principal, adornada con un arco de medio punto y una rica ornamentación. A ambos lados de la puerta, se encuentran ventanas y nichos que albergan esculturas.
Cuerpo superior: Culmina en un frontón triangular, donde se ubican elementos decorativos y escultóricos que representan escenas religiosas. A los lados del frontón, se alzan dos torres-campanario que aportan verticalidad al conjunto.
El Interior: Un Espacio Barroco
El interior de la iglesia es un claro ejemplo del barroco gallego. Su planta de cruz latina, con tres naves y crucero, se cubre con una bóveda de cañón con lunetos que proporciona una sensación de amplitud y luminosidad.
El retablo mayor: La pieza central del interior es el retablo mayor, una obra maestra del barroco gallego. Realizado en madera policromada, presenta una rica decoración de talla y dorados. En el centro, se encuentra la imagen de Santa María, titular de la iglesia.
La decoración: Las paredes están adornadas con yeserías, molduras y pinturas que crean un ambiente solemne y majestuoso. Los altares laterales, dedicados a diferentes santos, también presentan retablos de gran belleza.
El suelo: El suelo de la iglesia está realizado en losas de piedra, lo que contribuye a la sensación de solidez y durabilidad del edificio.
Otros elementos destacables:
La sacristía: Un espacio adyacente a la iglesia, que alberga importantes obras de arte y objetos litúrgicos.
El órgano: Un instrumento musical de gran valor histórico, que ha sido objeto de diversas restauraciones.
Las vidrieras: Las ventanas de la iglesia están decoradas con vidrieras que representan escenas bíblicas.
Influencias arquitectónicas:
La arquitectura de Santa María Nai refleja la influencia de diferentes estilos y corrientes artísticas:
Románico: La reutilización de elementos romanos y la presencia de algunos motivos decorativos románicos en la fachada.
Barroco: El estilo dominante, que se manifiesta en la decoración exuberante, las curvas sinuosas y el dinamismo de las formas.
Clasicismo: La influencia del clasicismo se aprecia en algunos elementos decorativos, como las columnas y los capiteles.
La Iglesia de Santa María Nai como símbolo de la ciudad:
A lo largo de los siglos, la Iglesia de Santa María Nai ha desempeñado un papel fundamental en la vida de los ourensanos. Ha sido testigo de grandes acontecimientos históricos, ha servido como centro de culto y ha sido un símbolo de la identidad de la ciudad.